Cuentas Remuneradas

¿Qué son las cuentas remuneradas?

Las cuentas remuneradas son un tipo de cuenta bancaria en la cual un banco ofrece cierto porcentaje de rentabilidad por el dinero depositado en ella. Estas cuentas remuneradas tienen un porcentaje prefijado sobre el saldo (dinero que tenga) que generará una rentabilidad y por tanto permitirá sacar beneficio de nuestro dinero.

Además, las cuentas remuneradas suelen tener una mayor rentabilidad que las cuentas corrientes y mayor flexibilidad para realizar operaciones bancarias que los mejores depósitos a plazo fijo.

¿En qué fijarte para pedir una cuenta remunerada?

Si estás pensando en sacar partido a tu dinero y contratar una cuenta remunerada, debes saber que no es conveniente quedarte con la primera que te encuentres. Para escoger la cuenta remunerada que mejores condiciones y mayor rentabilidad tenga deberás fijarte en los siguientes aspectos:

•   TAE alto:   En el caso de la las cuentas remuneradas la TAE marca el porcentaje de rentabilidad que podrás sacar por el dinero que tengas depositado en la cuenta. Por tanto, a mayor TAE, más beneficio.
•   Comisiones:   Las cuentas remuneradas pueden tener diferentes tipos de comisiones (mantenimiento, descubierto, transferencias…). Lo más recomendable es que busques una cuenta remunerada sin comisiones o con las menores comisiones posibles.
•   Permanencia:   La flexibilidad también es un factor importante para escoger una cuenta remunerada. Fíjate en si la cuenta tiene permanencia y si es muy larga o no.

Estas son las condiciones que deberás valorar de una manera general, aunque es cierto que dependiendo de cada persona y de las necesidades que tenga tendrá que valorar otras condiciones más específicas. En este sentido, siempre es recomendable usar un comparador de cuentas nómina para encontrar directamente la que mejor se ajuste a las necesidades de cada uno.

Tipos de cuentas remuneradas

 

Las cuentas remuneradas son un tipo de cuenta bancaria en el que se obtiene una rentabilidad por el dinero depositado en ella, pero dentro de este tipo de cuentas podemos distinguir dos cuentas remuneradas distintas; las cuentas de ahorro remuneradas y las cuentas corrientes remuneradas.

 

• Cuentas de ahorro remuneradas:

Las cuentas de ahorro tienen una operativa bancaria muy limitada, ya que lo único que permiten es hacer transferencias. Aunque la ventaja de este tipo de cuentas es que tendrás tu dinero siempre disponible y además sacarás una alta rentabilidad. Se trata más bien de un producto de inversión que una cuenta bancaria al uso.

 

• Cuentas corrientes remuneradas:

Por su parte, las cuentas corrientes remuneradas combinan toda la funcionalidad de una cuenta corriente (domiciliar nómina, recibos, ingresar dinero…) con la rentabilidad de una cuenta de ahorro. En este caso, la rentabilidad va ligada al tiempo que tengas el dinero en la cuenta por lo que se necesita cierta permanencia y vinculación con el banco.

 

Ventajas de las cuentas remuneradas

Está claro que poder sacar un beneficio económico por tener tu dinero en una cuenta remunerada es una de las grandes ventajas de este producto financiero. Sin embargo, para tener una visión más realista y responsable es necesario valorar las ventajas y desventajas por igual.

• Sacas rentabilidad por tu  dinero sin arriesgarlo 
• Tienen una operativa bancaria  flexible y con muchas posibilidades 
• Son más rentables que las  cuentas de ahorro normales 
• Puedes domiciliar  tu nómina y recibos si lo deseas 

Desventajas de las cuentas remuneradas

• Tienen  menor rentabilidad  que un depósito
• Algunas tienen   requisitos poco flexibles 

Requisitos para abrir una cuenta remunerada 

Los requisitos para conseguir una cuenta remunerada no son demasiado complicados, ya que no se trata de un producto de financiación, sino más bien de un producto bancario sin riesgo con cierta rentabilidad.

Aunque depende de cada banco y las condiciones de cada entidad financiera, estos son los requisitos más comunes para abrir una cuenta remunerada:

• Ser mayor de edad
• Ser de España o tener el permiso de residencia en el país
• En algunos bancos necesitas domiciliar ingresos
• En algunas entidades pueden pedir que contrates algún producto vinculado