Reunificación de deudas de una empresa

La reunificación de deudas de una empresa consiste en agrupar todas las obligaciones financieras (préstamos, líneas de crédito, facturas pendientes, leasing, etc.) en un único producto con condiciones más favorables. El objetivo es reducir la carga mensual, mejorar la liquidez y facilitar la gestión financiera de la compañía. Esta solución puede negociarse con bancos, entidades privadas o a través de asesores especializados, y resulta clave para empresas que buscan aliviar tensiones de tesorería y garantizar la continuidad del negocio.
Reunificación de deudas de una empresa
La reunificación de deudas de una empresa consiste en agrupar todas las obligaciones financieras (préstamos, líneas de crédito, facturas pendientes, leasing, etc.) en un único producto con condiciones más favorables. El objetivo es reducir la carga mensual, mejorar la liquidez y facilitar la gestión financiera de la compañía. Esta solución puede negociarse con bancos, entidades privadas o a través de asesores especializados, y resulta clave para empresas que buscan aliviar tensiones de tesorería y garantizar la continuidad del negocio.


Reunificación de deudas para empresas: ¿Quién puede acceder y cómo funciona?

La reunificación de deudas para empresas es una estrategia financiera que permite a un negocio concentrar todas sus obligaciones dispersas en un único préstamo con mejores condiciones de pago. Este proceso no solo aporta claridad y orden a la contabilidad, sino que también facilita la gestión de la tesorería y la planificación a futuro. Pymes, autónomos con estructura empresarial, sociedades limitadas, startups en fase de crecimiento o incluso proyectos familiares y cooperativos pueden beneficiarse de esta herramienta.

El requisito fundamental es que la empresa sea viable, con ingresos demostrables y una estructura que pueda sostener la nueva cuota. Con una estrategia bien planteada, la reunificación no solo alivia la carga mensual, sino que también proyecta una imagen más sólida de cara a entidades financieras e inversores.

¿Qué tipos de empresas pueden acceder a una reunificación de deudas de una empresa?

Cualquier empresa con deudas dispersas en diferentes instrumentos financieros puede solicitar una reunificación. Esto incluye, por ejemplo:

  • Pequeñas y medianas empresas (pymes): ideadas para gestionar facturación y pagos regulares, especialmente útiles para aquellas que han crecido orgánicamente y han ido adquiriendo varios préstamos o líneas a lo largo del tiempo.
  • Autónomos con estructura empresarial: aquellos que, aunque inician su actividad como empresarios individuales, gestionan operaciones corporativas y tienen créditos relacionados con la actividad.
  • Sociedades limitadas (SL): especialmente cuando disponen de balances complejos, activos mobiliarios e inmuebles y necesitan consolidar financiación dispersa para reestructurar capital circulante.
  • Startups o empresas en fase de crecimiento: que han financiado su expansión con varios préstamos, inversores o tarjetas y ahora necesitan reorganizar esos compromisos en un único pago mensual más manejable.
  • Proyectos empresariales familiares o cooperativos: en los que varias líneas de crédito puedan estar vinculadas a distintos miembros o activos, y se busque simplificar la estructura financiera.

En esencia, el requisito clave es la capacidad de demostrar un flujo de ingresos claro y fiable, así como indicar un perfil financiero creíble. Si el negocio presenta viabilidad futura, incluso con ciertas dificultades actuales, muchas entidades o intermediarios lo considerarán apto para propuesta.



¿Qué deudas se pueden incluir en la reunificación de deudas de una empresa?

La reunificación puede integrar prácticamente todos los productos financieros que generen obligaciones mensuales y plazos de vencimiento. Entre estos, se incluyen los préstamos comerciales sectoriales o específicos, como aquellos destinados a financiar maquinaria, reformas de instalaciones o capital humano.

También entran en esta categoría las compras a crédito corporativas, habitualmente utilizadas para adquirir equipamiento tecnológico, vehículos profesionales, stock de mercancía o suministros críticos mediante pagos aplazados. Otro tipo de deuda reunificable son las líneas de crédito, ya sean disponibles o utilizadas, especialmente si proceden de cuentas bancarias que han cubierto anticipos o pagos periódicos elevados. Del mismo modo, se pueden integrar las tarjetas de crédito corporativas, muy comunes en empresas para afrontar gastos operativos recurrentes como combustible, material de oficina o desplazamientos, cuyos saldos pendientes suelen tener intereses elevados si no se amortizan a tiempo.

Las hipotecas asociadas a inmuebles vinculados a la actividad empresarial como naves, oficinas o locales comerciales también pueden formar parte del proceso, al igual que los créditos ICO u otras líneas públicas de apoyo empresarial, siempre que la entidad financiera lo autorice. Por último, se contempla la reunificación de contratos de leasing o renting, que permiten pagar en cuotas por el uso de tecnología, vehículos o maquinaria esencial para el negocio. Es fundamental tener en cuenta que, en la mayoría de los casos, el proceso exige incluir la totalidad de las deudas existentes, ya que solo así se obtiene una visión real del pasivo empresarial y se garantiza que la nueva financiación cubra de manera efectiva el conjunto de obligaciones consolidadas.

¿Cuáles son los requisitos para solicitar una reunificación de deudas de una empresa?

Los criterios indispensables para acceder a una reunificación suelen ser estrictos, en especial cuando la empresa ya tiene cierto grado de endeudamiento:

  • Ingresos estables y demostrables: La empresa debe presentar datos fiables de facturación reciente, contratos firmados que aseguren ingresos futuros, o extractos bancarios que evidencien cobros periódicos. La clave está en persuadir a la entidad o mediador de que el negocio genera suficiente cash flow para asumir una nueva cuota sin compromisos extraordinarios.
  • Historial crediticio razonable: Aunque estar en fichero de morosos (como ASNEF) no necesariamente descalifica, sí se valora negativamente. Muchas entidades aceptan perfiles con incidencias leves y justificadas, pero en general es fundamental justificar cualquier impago o retraso para conservar parametrización fiable y no encarecer la operación.
  • Documentación completa y actualizada: La empresa debe presentar identificación vigente, contratos de préstamos o líneas de crédito, extractos bancarios recientes, incluso última declaración de impuestos o modelos trimestrales. Se trata de generar una transparencia total para construir confianza entre las partes involucradas.
  • Garantía adicional si se requiere: Si las condiciones del negocio no son suficientemente sólidas, puede exigirse una garantía real, habitualmente hipotecaria sobre un inmueble vinculado a la actividad. Las entidades suelen ofrecer hasta el 80 % del valor de tasación, lo que debe justificarse mediante tasación técnica y documentación de propiedad.
  • Capacidad legal para reestructurar deuda: La empresa debe estar debidamente constituida y registrada en los órganos oficiales (Registro Mercantil, Hacienda, Seguridad Social). Además, el representante legal debe estar habilitado para formalizar acuerdos en nombre de la entidad.


¿Cómo afecta la reunificación de deudas al CIRBE de una empresa?

El CIRBE (Central de Información de Riesgos del Banco de España) refleja los riesgos crediticios de forma global, y la reunificación de deudas no elimina ese registro. Lo que ocurre tras el proceso es que todas las deudas previas aparecen como canceladas o liquidadas, y en su lugar se registra una única nueva operación correspondiente al importe total consolidado.

Este cambio no implica una reducción del riesgo agregado ni borra la huella crediticia existente, pero sí permite una visión más clara, limpia y ordenada del endeudamiento. Además, con el tiempo, el hecho de contar con una única deuda más fácil de gestionar puede mejorar la percepción de solvencia por parte de entidades financieras, siempre que los pagos se mantengan puntuales y no se generen nuevos impagos. En resumen, aunque la reunificación no modifica los datos de fondo en el CIRBE, sí simplifica su lectura y, con un comportamiento financiero responsable, puede contribuir a mejorar gradualmente el perfil crediticio de la empresa.

¿Se puede hacer una reunificación de deudas si la empresa está en ASNEF o tiene impagos?

Estar en fichero de morosos o acumular impagos complica la operación, pero no siempre la imposibilita:

Entidades convencionales suelen rechazar perfiles con incidencias graves o recientes, especialmente si afectan la percepción de riesgo comercial.

Intermediarios especializados pueden aceptar casos con impagos, siempre que estén justificados y el plan de reunificación ofrezca garantías reales de devolución.

Si las deudas están muy deterioradas, en lugar de tratar de consolidarlas, puede ser más efectivo analizar vías como la Ley de Segunda Oportunidad (para autónomos y pymes), que permite la suspensión de pagos judicialmente y negociar quitas con los acreedores, siempre que se acredite insolvencia de buena fe.

En resumen, aunque la situación no es óptima, hay alternativas que permiten gestionar el pasivo aún cuando hay antecedentes de impago.



¿Cómo solicitar una reunificación de deudas de una empresa con ayuda de Kreditiweb?

Solicitar ayuda profesional con Kreditiweb es un proceso sencillo y accesible que se desarrolla en cinco pasos muy claros. Todo comienza con un contacto inicial gratuito y sin compromiso, en el que la empresa completa un formulario con los datos básicos de su situación, el tipo de negocio, el volumen aproximado de deuda y los objetivos que busca alcanzar, como reducir la cuota, alargar plazos o mejorar condiciones, sin necesidad de realizar ningún pago.

Después, un asesor especializado analiza de manera personalizada el perfil de la empresa, evaluando su estructura de deuda y su capacidad de pago. Este servicio es totalmente humano y transparente, sin robots ni respuestas automáticas. A partir de ahí, se realiza una comparativa de propuestas de reestructuración, contactando con distintas entidades financieras e intermediarios para presentar ofertas adaptadas a las necesidades reales, siempre con condiciones claras y sin cláusulas ocultas.

En la fase de formalización, Kreditiweb acompaña al cliente paso a paso, revisando el contrato y explicando todas las implicaciones legales para garantizar que no haya dudas antes de la firma. Finalmente, una vez cerrada la operación, se lleva a cabo un seguimiento post-operación para comprobar que la nueva estructura de pagos funciona correctamente, detectar posibles mejoras futuras y evitar recaídas en el desorden financiero.

Este enfoque integral aporta confianza, seguridad y eficacia, asegurando que cada empresa encuentre la solución más adecuada a su situación.


FAQs Reunificación de deudas de una empresa

¿Qué tipos de empresas pueden acceder a una reunificación de deudas?

¿Qué deudas se pueden incluir en el proceso?

¿Cuáles son los requisitos principales para acceder a la reunificación?

¿Cómo afecta al CIRBE de una empresa?

¿Se puede acceder si la empresa está en ASNEF o tiene impagos?

Author
Artículo verificado por Eva Rampani

Directora de Crédito

Directora de análisis y control financiero con más de 8 años de experiencia en el sector. Responsable de supervisar perfiles de créditos financieros y análisis de riesgos .

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Directora de análisis y control financiero con más de 8 años de experiencia en el sector. Responsable de supervisar perfiles de créditos financieros y análisis de riesgos .

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